Tanto si vives en un apartamento como en una casa, una conexión rápida a Internet en casa es importante. Sin embargo, muchas personas no se dan cuenta de que la velocidad de su conexión a Internet puede tener un gran impacto en la rapidez con la que pueden transmitir vídeos, jugar o incluso subir fotos a sitios de redes sociales como Instagram. La mejor manera de conseguir Internet rápido en casa es echar un vistazo a la ubicación de tu casa y cómo la distancia desde el nodo/fuente afecta a tu velocidad. Por qué es importante: Las velocidades rápidas de Internet son cruciales para la vida moderna. Hoy en día, la transmisión de vídeos ocupa tanto ancho de banda que todo lo que no sea definición estándar puede provocar retrasos y tiempos de búfer si no te conectas por cable o satélite (aunque estos servicios se están depreciando rápidamente). Incluso los vídeos de alta resolución requieren muchos datos, y las velocidades lentas pueden dificultar el disfrute de programas y películas siempre que se quiera sin tener que esperar horas a que algo nuevo se cargue en el búfer.
¿Qué afecta a mi velocidad de Internet?
La velocidad de tu conexión a Internet depende del tipo de conexión que tengas en casa y de lo lejos que esté del nodo/fuente. Los tipos de conexión más comunes son la fibra, el cable y la ADSL. El tipo de Internet que tengas en casa también depende del cableado interior de tu hogar. Una conexión de fibra es la mejor manera de conseguir Internet superrápido, pero es más probable que encuentres una conexión de fibra en una casa de lujo que una opción asequible en el lugar donde vives. El tipo de cableado que exista en tu casa también afectará a la velocidad de tu conexión.
Cómo conseguir Internet rápido en casa
En primer lugar, calcula a qué distancia está tu casa del nodo/fuente. Si la distancia está dentro del alcance de las conexiones de fibra disponibles en tu zona, puedes optar por ellas. Si no, el cable o la ADSL son tus mejores opciones. Las conexiones por cable suelen ser más lentas que las DSL, pero suelen ser más baratas. Si quieres una opción más cara, la fibra es la mejor opción. A continuación, averigua cuál es el cableado interior de tu casa y también el tipo de módem/enrutador que tienes, porque estos dos factores también influirán en tu velocidad. Si tienes un módem viejo y anticuado que no soporta los últimos y mejores protocolos, tendrás problemas para conseguir una conexión rápida a Internet. La mejor forma de saberlo es ponerte en contacto con tu proveedor de Internet y preguntarle si puede actualizar tu módem. Si no tienes un plan de Internet, tendrás que actualizar tu hardware antes de que tu proveedor pueda aceptar la oferta de actualizar tu velocidad de Internet.