La pandemia recientemente ocasionada por el brote del virus Covid-19 ha tomado por sorpresa a toda la humanidad desde su aparición a escala global a inicios del presente año, detectado por primera vez en diciembre del 2019 en la provincia de Hubei, más específicamente en la ciudad de Wuhan, China. Expandiéndose a cada región del mundo, limitando a los habitantes a un desenvolvimiento más reducido y cuidadoso de sus funciones habituales.
Lo que ha puesto en alarma máxima a la población mundial, generando centenares de muertes, y al ser una afección que acaba de entrar en escena, aún se sigue investigando sobre su manera de actuar para encontrar la manera más efectiva de repelerla, y así mismo, lograr su tan anhelada erradicación.
Hasta el momento la información que se maneja por parte de los organismos competentes, es que la enfermedad es producida por un nuevo tipo de coronavirus que puede afectar gravemente la salud de las personas, con un periodo de incubación que va de entre 2 y 14 días, siendo los síntomas más comunes la aparición de tos seca, fiebre, cansancio y sensación de falta de aire.
Sin dejar de lado síntomas como molestias y dolores, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, dolor de cabeza, pérdida del sentido del gusto y olfato, aparición de erupciones cutáneas, pérdida del color en los dedos de las manos o pies, los cuales si bien no se presentan en todos los diagnósticos, pueden ser un indicativo de la presencia del virus en el organismo.
El virus causante de esta afección se transmite mayormente por medio de las gotículas que se generan a partir del estornudo, espiración o al toser una persona infectada. Estas diminutas gotículas contienen un peso que no les permite queda suspendidas en el aire, precipitándose de forma rápida, ya sea sobre el suelo o cualquier superficie.
El contagio puede suscitarse al estar cerca de una persona con Covid-19 e inhalar el virus una vez que esta tosa o, a través del contacto con una superficie contaminada con las manos y posteriormente tocándose cualquier parte de la cara, ya sea ojos, nariz o boca.
Teniendo en cuenta que el principal objetivo del virus es adentrarse en los pulmones, por los cual, al tocar la cara con manos contagiadas, este podría incrustarse por medio de las vías respiratorias.
En el caso de contraer esta infección por parte de niños, suele mostrarse de forma asintomática o presentar una sintomatología leve. Los diagnósticos de mayor riesgo recaen, generalmente, en personas pertenecientes a la tercera edad o que padezcan otro tipo de patología previa, teniendo un mayor impacto en quienes acarrean enfermedades respiratorias, cardiovasculares o trastornos inmunitarios.
Hasta ahora la recomendación más acertada para prevenir el contagio, es reducir el riesgo a la exposición del virus, por lo cual se ha implementado en la mayoría de países afectados como medida de resguardo, la cuarentena obligatoria para evitar un mayor número de contagios y de esta manera, disminuir los decesos.
Ya que actualmente no existe ninguna vacuna que permita la prevención o cura de la enfermedad, a pesar de la intención de muchas naciones de crear o fabricar la manera de eliminarla logrando avances significativos, sin embargo, aún su efectividad no ha sido comprobada completamente.
Principios generales para la seguridad de los centros educativos por el Covid-19
Del mismo modo la prevención y el cuidado debe ser tarea de todos y los colegios y escuelas deben ser mayormente atendidos por la cantidad de personas y la aglomeración que puede presentarse allí.
– Las personas que presentan alguna patología de infección respiratoria no deben acudir a centros educativos y evitar el más mínimo contacto con personas sanas.
– Los estudiantes, profesores y todo personal de centros educativos y visitantes, sin excepción, deben cumplir las medidas de higiene correspondientes; uso de tapabocas, lavarse las manos cada 30 minutos con agua y jabón o una solución hidroalcohólica. Prestando especial atención en el momento de la entrada y salida al recinto, la cual debe ser bajo estricto orden y aguardando la distancia necesaria.
– Evitar principalmente tocarse ojos, nariz y boca con las manos.
– Al momento de toser o estornudar hacerlos con un pañuelo y proceder a desecharlo luego, si no dispone de pañuelos, se recomienda hacerlo sobre la parte interna de codo y no las manos, para mantener estas alejadas de cualquier riesgo de contagio.
– El uso de mamparas covid en pupitres y escritorios ha sido probado con una forma adecuada de mantener el distanciamiento social entre estudiantes y profesores.
– Se exhorta a los centros de formación educativa a garantizar una limpieza diaria, haciendo especial hincapié en zonas o superficies de manipulación frecuente como barandas, mesas, ratones y teclados de ordenadores. Las escuelas y colegios están en la obligación de asegurar estos recursos necesarios, y así mismo, su difusión para que todos los ciudadanos acaten estas recomendaciones.